El equipo santacruzano tuvo su esperado debut en el Ascenso 2024 con un empate por la mínima ante Barnechea. Los unionistas se trasladaron a la ciudad de Curicó para actuar como locales frente a Barnechea, enfrentándose en un terreno fangoso y blando que resultó resbaladizo en varios momentos del encuentro.

En este primer encuentro oficial, se observó a un equipo unionista con una propuesta clara. Los primeros 25 minutos fueron destacados, jugando en campo rival y mucha tenencia del balón, intensidad y velocidad. Sin embargo, el visitante logró equilibrar las cosas en el segundo tiempo, donde Santa Cruz disminuyó el ritmo y la visita tomó el control, provocando varias acciones de gol en donde el portero Gonzalo Flores estuvo notable.

La apertura del marcador ocurrió en el minuto 11´, después de una falta a Matías Santos en tres cuartos de cancha. En jugada preparada, Francisco Ayala levantó para Jesús Pino, quien centró de cabeza para Santos que de palomita conecta el balon venciendo al portero visitante. La igualdad llegó en el minuto 34 mediante un cobro penal en donde Boris Sagredo inventa una falta tras chocar con Gonzalo Lauler, el juez compró la falta y decretó la pena máxima, ejecuto Matías Gallegos convirtiendo la igualdad.

El juego se volvió trabado en la zona media, con ambos equipos recurriendo al pelotazo sin mayores complicaciones. El árbitro pitó el final de la primera mitad, y ambos equipos se fueron al descanso.

En la segunda mitad, la visita fue claramente dominadora, con más oportunidades para aumentar que Santa Cruz. Destacó un contrataque en el minuto 60, donde Diego González corrió todo el campo por la derecha, remató cruzado y el balón golpeó en uno de los postes negándole el gol al rápido delantero uruguayo, en segunda instancia el balon que queda a Dilan Salgado quien se apuró en rematar y desvió el tiro.

Por el otro lado, Barnechea tuvo su oportunidad más clara en el minuto 90+1 con una jugada preparada de tiro libre, pero el portero Flores logró desviar el remate de Carlos Salomón.

La nota negra de la jornada la protagonizó el arquero visitante, Cristián Campestrini, al provocar una trifulca sin sentido al término de la primera mitad. Insultó y molestó al alcanza pelotas durante los primeros 45 minutos, luego fue a agredirlo física y verbalmente al finalizar el primer tiempo. Esto provocó una reacción de los jugadores unionistas, resultando en empujones, insultos y golpes que llegaron hasta el túnel. Como consecuencia, el árbitro expulsó a un colaborador de cada banca técnica.