La participación cívica dentro de una ciudad es fundamental, sin embargo, muchas veces se confunde participación ciudadana con una necesaria (y casi obligatoria) proclamación de candidatura individual, conducta que muchas veces ayuda a mantener lo que tanto se quiere cambiar.

Se entiende que afloren numerosas candidaturas desde el mismo sector cuando – a priori- no se tienen buenas candidaturas de base: hay una dogmática y manejada por un ex diputado local y otra personalista y confrontacional, sin embargo, hoy sí existe una candidatura con la visión y conceptos correctos de ciudad. El gran desafío es, entonces, trabajar para que este proyecto/persona con trayectoria, credibilidad, preparación, cercanía y “proyección natural” llegue al puesto; lamentablemente es aquí donde estamos fallando; al sostener o levantar nuevas candidaturas cuando ya existe una realmente fecunda para Santa Cruz.

V. I. Lenin teorizó sobre el “Infantilismo de la izquierda” y  señaló que existe un sector minoritario en la izquierda que “tiene muy poco de proletario y mucho de pequeñoburgués-, no saben tomar en consideración la correlación de fuerzas (…) estos intelectualillos izquierdistas, con la majestuosidad de un Narciso enamorado de sí mismo, sentencian gravemente el afianzamiento en las masas”.  Actitud que, a la postre, origina descalificaciones cruzadas entre “posturas cercanas”, aires de superioridad, victimización constante y una gran papeleta de candidatos del mismo sector que termina dejando en el poder al candidato menos apto del otro sector.

Sobre la derecha no cito nada pues no espero nada de ellos, pero sí de la izquierda y de los independientes con sensibilidad social que dicen preocuparse de los problemas de vida de las grandes mayorías; es necesario que entiendan que la pluralidad de candidaturas de una “misma conciencia” no hace más que condenar el bienestar de la población y seguir postergando la calidad de vida de nuestros hijos e hijas.

Error sería que cada mundo (cercanos entre sí) levantara nuevas candidaturas, un acierto sería que estos mundos (independientes, ambientalistas, ciclistas, juventud, campesinos, entre otros) contribuyeran en alguna candidatura que tenga un concepto de gestión y de ciudad que realmente refleje lo que se espera: transformación.

Espero exista madurez en Santa Cruz y comencemos a llegar a acuerdos reales (y no solo discursos volátiles para redes sociales), las candidaturas narcisistas no pueden seguir teniendo cabida en este nuevo Chile, en el nuevo Santa Cruz; lo más fácil es proclamarse candidato, lo más difícil es declinar una aspiración personal y ponerse a disposición de un concepto de ciudad; existen diversas formas de materializar un legítimo deseo individual de servir, no es el único camino ser candidato a algo para poderlo hacer. 

Entonces, ¿Todos deben ser candidatos a alcalde? 

-         No, en la medida que exista previamente una buena candidatura/proyecto.

Hoy es claro que todos deben ser incluidos  y deben tener el espacio de participar dentro de una gestión basada en un concepto de ciudad viable, serio y profesional. Las gestiones municipales lideradas por “superhéroes” murieron en octubre pasado. Hoy el trabajo debe ser colaborativo, de co-creación. A tener perspectiva, comenzamos una nueva década, comencémosla bien.