Delegada Presidencial de Colchagua conmemoró el Día de la Mujer Indígena
En el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, celebrado el pasado lunes 5 de septiembre, la Delegada Presidencial Marta Pizarro Inzunza quiso celebrarlo con mujeres pertenecientes a diversas organizaciones ancestrales que están presentes en la provincia de Colchagua.
Por ello, junto a la máxima autoridad del pueblo mapuche en nuestra región, la Machi María Marihuan, realizaron en la sede en Chépica de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales Indígenas (Anamuri) ubicada en el sector Orilla de Auquinco, un encuentro de camaradería, donde se reunieron mujeres representantes de diversas culturas.
Compartiendo un mate, tortillas de rescoldo y sopaipillas con pebre, la tertulia o trawün de las mujeres, se enfocó en la importancia de la mujer ancestral y su protagonismo en la estructura de nuestra sociedad. Por eso subrayaron la necesidad de reconocer en la mujer ancestral su cultura, sabiduría y esfuerzo, para construir un país en que todas y todos tengan su reconocimiento.
En ese sentido, la Delegada Presidencial Provincial (DPP) de Colchagua Marta Pizarro, describió que “fue un momento de mucha riqueza, de mucha conversación y fortaleza, que se enmarca en uno de los sellos del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, que es fortalecer la interculturalidad, los lazos con los distintos pueblos y naciones que habitan en este territorio. Por eso en este día de conmemoración de la mujer ancestral mapuche, quisimos compartir este grato momento con las distintas mujeres pertenecientes a diversos pueblos indígenas, entendiendo que ese es el camino que debemos transitar, que debemos vivir para avanzar hacia el küme mongen (buen vivir) y fortalecer nuestros corazones”.
En el encuentro participaron las agrupaciones “We Rüpü” de San Fernando, representantes Anamuri de Temuco, Coyhaique, Copiapó (del pueblo ancestral Coya) y el colectivo “Zomo Newen de Maria Eulalia Pichi Kofque”.
Para Viviana Catrileo de Anamuri, “este fue un encuentro bastante lindo e importante, porque nos permite, además de conectarnos desde las distintas visiones del buen vivir, el küme felen (bienestar), el küme mongen (buen vivir), también proyectarnos hacia el futuro desde el presente, en torno a nuestros intereses comunes como mujeres de pueblos originarios y para pensar también en las articulaciones que necesitamos para seguir construyendo desde la unidad de mujeres, hacia una sociedad distinta, que seguimos avanzando hacia allá con la esperanza de que en algún momento ese horizonte que aspiramos y que es común, tiene que ayudarnos a vivir de una manera más armoniosa, más alegre, más bonita con nuestro entorno y nuestra naturaleza y que nosotros somos responsables de ser parte de todo este proceso. Y articuladas y unidas, vamos a avanzar mejor”.
Por su parte, Paula Gaete Lisboa, del colectivo “Zomo Newen de Maria Eulalia Pichi Kofque”, señaló que “me parece tremendamente significativa dentro de lo que es la interculturalidad estar con las pu lamgen (hermanas) conversando de temas de mujer indígena, campesina. Es tremendamente relevante dentro de un discurso público que está adquiriendo fuerza para las transformaciones socioculturales que se esperan en el futuro. La mujer ancestral tiene mucho newen (fuerza, energía), sabiduría que es relevante para mejorar y para ir caminando hacia un küme mongen (un buen vivir)”.
La sanfernandina Edelmira Becerra Calquín de “We Rupu” manifestó su agradecimiento “a la Delegada que nos invitó a este trawün (conversatorio) en Auquinco, en esta fecha tan importante para nosotras”.
“Estoy agradecida porque me invitaron a participar de esta conmemoración. Muchas gracias por su invitación, por los alimentos. Me gustaría que se volviera a realizar esta actividad, para que volvamos a estar juntas y reconocer a la mujer ancestral, a la indígena. Que esto no pare aquí, que siga y no se quede atrás. Gracias, chaltumay ka lamuen fey muten (hermanas muchas gracias, eso no más)”, señaló la Machi María Marihuan, tras hacer una rogativa al finalizar la jornada, que concluyó con la entrega a cada una de las asistentes, de un árbol nativo y una planta medicinal que se cultivan en el vivero de Conaf.